Mostrando las entradas con la etiqueta luces. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta luces. Mostrar todas las entradas

martes, 10 de diciembre de 2013

Suerte que No Encendiste la Luz

Una chica llega a altas horas de la noche a la habitación que comparte con una amiga. Para no despertarla entra a oscuras en el cuarto y se mete en la cama. Al tumbarse empezará a escucharlamentos y quejidos ahogados…


Una chica llega a altas horas de la noche a la residencia de estudiantes donde vive, se ha quedado hasta tarde con unas amigas y cuando llega a dormir son más de las tres.


Entra en la habitación tratando de no hacer ruido para no despertar a su compañera de cuarto, tampoco enciende la luz para no molestarla por lo que tiene que avanzar a oscuras empleando solo la luz de tuteléfono móvil para no golpearse con los muebles.


Cuando se mete en la cama empieza a oír unos quejidos ahogados, la chica se queda en silencio para escuchar mejor. El sonido es como pequeños grititos ahogados o quejidos sin fuerza. Se imagina que su compañera se habrá traído a su novio al cuarto y estarán teniendo una noche apasionada, le sorprende que no colgara una prenda de ropa en la puerta como acostumbran a hacer como señal de que tienen “visitas”. Pero está demasiado cansada para levantarse y buscar otro sitio donde dormir. Sin darse cuenta cae en un profundo sueño entre lamentos y quejidos.


A la mañana siguiente se despierta sintiendo una humedad en su cama, aún medio dormida lleva su mano al líquido que empapa la manta y pega un salto tras comprobar que es sangre. Sobre su colcha la cabeza cortada de su amiga con un pañuelo en la boca que le sirvió de mordaza la noche pasada.


La habitación parece un matadero, todo está ensangrentado y en la pared escrito con la sangre de su amiga se podía leer:


“Suerte que no encendiste la luz”


Al llegar el forense dictaminó que la chica llevaba pocas horas muerta, al parecer el asesino la había estado torturando toda la noche a escasos metros de la cama donde descansaba. Los quejidos eran gritos de dolor que quedaban ahogados por la mordaza mientras el psicópata despellejaba y mutilaba viva a la víctima. Sin saberlo la chica había salvado su vida al no encender la luz y sorprender al asesino en mitad del crimen.

Sin Luces por la Carretera










Un hombre circula a altas horas de la madrugada por una carretera secundaria, de repente se da cuenta de que un vehículo de gran cilindrada conduce sin luces en su dirección. Para avisarle decide hacerle un juego de luces…


Manuel regresaba de su pueblo a altas horas de la madrugada, antes de llegar a la autopista debía circular varios kilómetros por carreteras vecinales y comarcales que se encontraban en un estado lamentable. Además de carecer totalmente de iluminación, las curvas y lo irregular del asfaltado hacían que aventurarse en ellas de noche fuera jugarse la vida. Mucho mas cuando llevaba casi un día sin dormir debido a que su “visita al pueblo” se debía al fallecimiento de un tío lejano pero muy querido por la familia.


Luchando contra el sueño y casi por casualidad, en unos de los pocos trazados en los que la carretera permitía que la Luna iluminara la vía, divisó a lo lejos un todo terreno negro que circulaba con las luces apagadas en sentido contrario al suyo. Se consideró afortunado de no haber impactado frontalmente con él y pensando que era algún borracho que olvidó encenderlas le hizo un juego de luces con los faros de larga distancia.


El todo terreno prendió entonces sus luces de máxima intensidad, era un modelo con unas potentes luces instaladas en la parte superior del vehículo como los utilizados en algunos safaris de África. Manuel casi se sale de la carretera al ser deslumbrado por tan potentes “faros”, enfadado empezó a pitar y vociferar toda clase de insultos por la ventanilla. Lo que no esperaba es que el todo terreno haciendo un derrape típico de películas de acción cambiara el sentido de su marcha comenzando a perseguir al coche de Manuel.


Aterrorizado comenzó a acelerar con la intención de dejar atrás a su perseguidor. Pero este parecía más veloz y diestro al volante y aprovechaba la mayor cilindrada de su vehículo para empujar y golpear el coche del asustado conductor. Hasta que sucedió lo inevitable, Manuel perdió el control de su vehículo en una curva y tras dar dos vueltas de campana acabó estrellándose contra un árbol. Al salir por la ventanilla del coche pensó por un momento que había sido afortunado de sobrevivir al accidente. Pero su alegría pronto se vio interrumpida cuando al levantar la cabeza observó como cuatro individuos bajaron del todo terreno con martillos en la mano…


Al día siguiente la policía encontró el vehículo a varios metros de la calzada y el cuerpo de Manuel casi irreconocible, machacado a golpes de martillo durante varios minutos. En el informe policial se advirtió que una vez más una de las bandas más peligrosas de la zona había vuelto a matar en uno de los ritos de iniciación a sus nuevos miembros.


Su modus operandi consistía en conducir sin luces por una carretera secundaria hasta que algún incauto trataba de advertirles haciéndoles un juego de luces. De este modo elegían a su víctima a la que obligaban a salir de la carretera o accidentarse para que después el nuevo miembro de la banda le golpeara hasta la muerte.