jueves, 17 de octubre de 2013

EL CACARO FANTASMA DEL CINE VARIEDADES


Las viejas salas del cine de Mexicali eran capaces de hacer que la población se volcara en ellas, sobre todo los fines de semana, cuando se convertían en verdaderos templos que oficiaban la magia del séptimo arte ante multitudes aviadas por escapar, vía la gran pantalla, de las condiciones climáticas de la ciudad. La época de oro de los cines fue de 1940 a 1965, luego llego la televisión y los cines comenzaron su larga decadencia que llevo a su cierre de 1980 en adelante. Pero por muchos años, sus grandes moles fueron un recordatorio de su importancia como entretenimiento comunitario. Cines como el Reforma, Mexicali, Bujazan, Curto, Cali o Variedades son, aun ahora, ejemplos de una arquitectura gloriosa, diseñada para albergar el corazón de los mexicalenses que en ellos vivieron grandes aventuras y romances.






Los Cines son, también, recintos donde los fantasmas gustan de vivir y asustar. Así, en una versión dada por Aníbal Gallego, trabajador del Cine Variedades, se exponía la presencia de un fantasma muy especial: “Tenia ya siete años trabajando allí y las maquinas tenían una alarma, una especie de campanita, que fue inventada por el operador Guillermo Marton, para saber cuando terminaba la primera parte de la cinta y así preparaba la maquina con la segunda parte, para que entrara por medio de unas señales que tienen las películas, que el operador ya conoce, pero resulta que cuando este señor murió, lo sacaron muy malo de allí y murió, estas alarmas comenzaron a sonar, sin tener porque sonar, pero comenzaban a sonar pasando apenas 10 minutos de que había comenzado el rollo, todavía les faltaba 40 minutos más, entonces se expuso el caso a la gerencia de la empresa y vino un ingeniero de México para ver qué pasaba y no le encontraron la causa de que sonara fuera de tiempo, y otra cosa, nos sonaba la alarma el 10 de mayo, el 1 de diciembre, en navidad, el día del padre, del cinematografista. ¿Por qué sonaban esos días nada más fuera de orden cuando no debían de sonar?






Así paso, ya nos acostumbramos. A muchos que trabajamos en este cine nos toco vivir esto, tenemos testigos, tenemos compañeros que están aquí trabajando que pueden decir lo asustados que andábamos oyendo esas cosas que no se deben oír, entonces la última vez que nos sonaron fue faltando unos meses para que cerraran el cine, ese día se agarro a suene y suene y no era ni el 1 de mayo ni nada, sino que era un día cualquiera pero el gerente nos aviso que iban a cerrar el cine Variedades y empezaron a sonar las famosas campanas, porque el fantasma del señor Marton no quería que el cine Variedades cerrara”.






Ahora que el cine variedades se haya convertido en una tienda Elektra, el fantasma de Marton sigue asustando a los empleados de esta tienda con sus sonidos de campanas al vuelo, con su música de cacaro que quiere seguir proyectando películas una y otra vez. Hasta la Eternidad, actualmente el local está completamente abandonado y cerrado con cortinas metálicas, ahora entiendo porque Elektra cerró esa tienda.





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