En la carretera que lleva al aeropuerto, yendo para Los Algodones, en donde los muchachos juegan carreras en autos y motocicletas, dicen que se aparecen unas muchachas gritando: "cuidado que te van a atropellar", y cuando dicen eso se desaparecen y aparecen detrás del carro cantando: "no llores, nunca te morirás".
Se dice que ellas fueron atropelladas cuando jugaron carreras y que se aparecen siempre a las 2 de la tarde en punto.
Ellas nunca se separan de la mano. Están vestidas de negro, con botas rojas y pintadas de negro toda la cara, y dan vueltas en el aire junto con unos niños todos ensangrentados de la cara, unos sin brazos, otros sin los pies y otros sin ojos ni cuello.
Son como un torbellino.
Y si una gota de su sangre te toca la piel, te la quema.
Y te deja una mancha negra que no se quita jamas.
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