En la avenida Justo Sierra, en la avenida Independencia y en la avenida Lázaro Cárdenas hay una historia parecida que le ha pasado a mucha gente. Cuando les toca el semáforo en rojo detienen sus autos y un limpiador de parabrisas se le acerca y le limpia el carro, lo cual es muy común, pero existe la leyenda de un limpiador flaco y alto, vestido todo de negro, que además les dice a los conductores: “En el siguiente semáforo va a haber un accidente” o “Cuidado con un camión amarillo”. Los automovilistas arrancan sin prestarle atención y unos segundos más tarde son parte de un choque multitudinario con tal camión o acaban estampados contra otro auto en el semáforo siguiente. Este limpiaparabrisas parece saber lo que va a suceder y los que le hacen caso se salvan de ser participantes de accidentes como esos y los que no nunca olvidan la advertencia desoída.
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