jueves, 20 de febrero de 2014

La Leyenda de La cuna



Una chica hacia unos meses se había mudado a una nueva casa, ésta era preciosa era toda blanca, rústica y con un patio hermoso. Estaba muy bien situada, allí vivía con su marido Juan y su hija María, un bebé precioso que apenas contaba 7 meses.

Un día, haciendo la comida en su cocina, una cocina amplia a la que se accedía por una puerta de marco pequeño, por el cual sólo cabía una persona, escuchó a su pequeña llorar. Llevando consigo el biberón con un poco de agua, por si la pequeña tenía sed, fue a ver a la pequeña.

Al entrar en la habitación observó que María dormía plácidamente, así que volvió a la cocina. Estaba cortando unas verduras cuando volvió a oír a la niña, esta vez un poco más fuerte y más tiempo, así que de nuevo fue a la habitación de María. Al llegar, ésta seguía dormidita en su cuna y no daba señal de haber llorado.

El fogón lo tenía a espaldas de la puerta de salida, se encontraba allí, sofriendo la verdura, de momento oyó de nuevo el llanto de la niña, que era mucho más fuerte y más largo que los dos anteriores. Esta vez no tuvo que ir a la habitación de María, pues al volverse para acudir al llanto, María se encontraba en la cocina con cuna incluída, tomo a su pequeña, salió despavorida de la casa, a la cual, nunca más volvió.

¿Cómo pudo pasar la cuna por aquella puerta tan estrecha?

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